Cartografía Catastral: El objetivo de la cartografía catastral es conseguir una información cartográfica codificada, estructurada y dispuesta en soporte informático, conforme a un formato de recepción de datos adecuado para su integración directa en bases de datos cartográficas, para la gestión y utilización de acuerdo con las necesidades de los catastros inmobiliarios rústico y urbano.
Dicho de otro modo, el objetivo es la determinación de la propiedad territorial, en sus diversos aspectos, de forma que sirva para cualquier aplicación económica, social o jurídica.
Con la realización de la cartografía digital catastral se podrán alcanzar los siguientes fines:
- Localizar con rapidez y exactitud los elementos de interés catastral.
- Obtener eficazmente la situación de parcelas inventariadas, así como
la superficie requerida para la mejor gestión en la obtención de
valores catastrales, tomados como base en posteriores aplicaciones
tributarias. - Enlazar de forma rápida y sencilla toda la información catastral
disponible con la descripción cartográfica de los elementos a los
que afectan. - Proporcionar, de forma rápida, la documentación gráfica de cada
parcela, así como la información alfanumérica asociada a ella. - Servir de base para otros trabajos no catastrales que se acometen en
las mismas áreas territoriales que el catastro, entre los que está la
determinación de secciones censales del INE, trabajos de la
Administración Local… - Proporcionar, en fin, una inestimable fuente de información
para la planificación y gestión a nivel nacional.
Tipos de cartografía
Tipos de cartografía catastral
La cartografía catastral se divide en dos tipos, en función del suelo sobre el que se aplica:
- Urbana: Sobre suelo urbano, que es aquel donde la edificación está consolidada.
- Rústica: Sobre suelo no urbano, que comprende suelo urbanizable y suelo no urbanizable.
Estos tipos de cartografía tienen características diferentes en cuanto a escalas de presentación, precisión de los datos, niveles de información, métodos y medios de captura de datos…
Además, cada tipo de suelo exige diferentes formas en la aplicación de las técnicas cartográficas para la obtención de datos, de forma que tendrán mayor precisión las zonas urbanas debido a la importancia del suelo, aplicándose escalas de 1:500 y 1:1000. En el suelo rústico, donde no es necesaria tanta precisión, se utilizan escalas 1:2000 y 1:5000.
Por ello, estas cartografías deberán seguir dos líneas de ejecución paralelas, que sólo confluyen en el momento de cargar los datos en las bases de datos cartográficos.
Cartografía catastral Urbana
Los planos cartográficos nos ayudan a entender los cambios que determinan el crecimiento de la ciudad durante un periodo en el tiempo; fuentes que nos ayudan como instrumento de investigación a visualizar detalladamente estas evoluciones, pues: “Durante mucho tiempo los historiadores usaron los mapas y planos para conocer las transformaciones materiales del territorio […], en una entrada metodológica que permite indagar acerca de los actores y las circunstancias de su producción, examinando el rol que les cabe en las formas de concebir y gobernar la ciudad y el territorio, analizando las relaciones entre técnica y política.”
Se trata de fuentes gráficas que permiten visualizar con profundidad la historia que guardan en ellos ya que son dibujados en diferentes épocas, con diferentes propósitos.
Justamente para conocer el territorio, protagonista de las tradiciones y cultura de una sociedad, con el fin de planificarlo obteniendo un equilibrio social y urbano, tomamos como fuente principal los planos cartográficos.
Cartografía catastral rústica
Un catastro rústico (o rural predial) es una de las herramientas socioeconómicas más adecuadas con las que puede contar un país, especialmente si se encuentra en vías de desarrollo. Conocer su territorio, en las vertientes cartográfica, valorativa, social, agraria y jurídica, permitirá a sus dirigentes tomar todo tipo de decisiones apoyadas en una realidad comprobable, no en apreciaciones sustentadas en listados erróneos o, en ocasiones, intencionadamente falseados. Los elementos de un catastro rústico son los siguientes.
La parcela
La parcela es la unidad de trabajo y la referencia inmobiliaria por excelencia. Dependiendo del país, existen diferentes concepciones de parcela, en la medida en que, a veces, esta se confunde con las inscritas en los diferentes registros de la propiedad. Sin olvidar este registro, en muchos casos hay que luchar contra la tendencia a mantener concepciones decimonónicas en la era de la información digital.
Las inscripciones literales de fincas identificadas por un número, que se recogen en un libro, tienen poca utilidad práctica si el objetivo es una base de datos alfanumérica interrelacionada. Sin menospreciar esta información, se ha de considerar que el catastro rural emana de una concepción global y multipropósito y que su operatividad y fiabilidad han de ser las líneas maestras de toda actuación.
En materia de captura de la información literal, no es pertinente incorporar registros antiguos, mal conservados, incompletos (quizá deliberadamente) y diseñados con otros fines.
En materia de captura de información gráfica, no es conveniente aceptar definiciones parcelarias literales que no puedan ser trasladadas a un soporte gráfico continuo e informatizado.
Casa finca
Este es el caso de las fincas discontinuas, de las fincas inscritas con superficies dudosas, de las fincas delimitadas por linderos llamados «resto de finca matriz» o «herederos de D. Antonio de…», y de las fincas que cuentan con más de una inscripción. Por supuesto, no puede olvidarse la falta de obligatoriedad de alguno de estos registros, que los convierte en una verdadera maraña de recopilaciones literales de fincas distribuidas por el territorio como un rompecabezas incompleto e inconexo.
De acuerdo con este planteamiento, intentando aunar catastralmente los objetivos jurídicos, físicos, agronómicos, fiscales, medioambientales e informáticos vinculados al territorio, una definición adecuada de parcela sería: «Una porción de terreno, delimitada por una línea poligonal continua que pertenece a un único propietario o a varios en régimen de pro indiviso». Esta definición podrá considerarse adecuada a las características propias del país al que se refiere.
La subparcela
La subparcela es una unidad de trabajo agronómica y valorativa, no jurídica. Lo más común es que las parcelas catastrales no sean homogéneas; en ellas pueden existir cultivos de especies y calidades diferentes, distintos aprovechamientos, y variaciones geográficas que podrían indicar que los rendimientos o valores de estas zonas no son comparables.
Un catastro que intente identificar los aprovechamientos agrarios, sus posibles rendimientos y, en la medida de lo posible, el valor de mercado de la tierra debería subdividir la parcela catastral, cuyo elemento diferenciador esencial es la titularidad, en unidades homogéneas que puedan ser identificadas y valoradas.
Parcela agraria
Como en cualquier proceso de valoración agraria, la primera actuación consiste en definir los diferentes cultivos y aprovechamientos que pueden ser identificados en un país, comarca o municipalidad, con el propósito de establecer un marco práctico, operativo y exhaustivo.
El proyecto catastral es una labor muy ambiciosa, y no se justifica llegar a un nivel de detalle agronómico superior al que se obtendría en la cartografía. Desde un comienzo, es preciso actuar con sentido común y seguir las pautas comunes a las que debe atenerse cada uno de los técnicos catastrales.
Sin lugar a dudas si es necesaria la formación en topografía, fotogrametría, teledetección, informática y asuntos jurídicos, la formación en materia de valoración es imprescindible. Los técnicos que identifican las subparcelas pueden actuar con un mayor grado de imprecisión debido a la propia naturaleza de la valoración. Valorar es emitir un juicio sobre algo: un juicio personal y, por consiguiente, eminentemente subjetivo. Por ende, es necesario formar un equipo pluridisciplinar con precisos conocimientos valorativos que emita juicios objetivos y llegue a resultados y comparables.
No es extraño que una finca contigua (bajo una misma linde) se encuentre a caballo entre dos o más municipalidades; por lo tanto, catastralmente estará identificada por, al menos, dos parcelas pertenecientes a cada uno de los términos. Esa línea administrativa territorial imaginaria que divide el campo en partes distintas no afectará a la titularidad de las tierras, pero una incorrecta metodología valorativa podría provocar incoherencias en la asignación del valor que no se corresponden con la realidad del terreno.
Sistema de coordenadas
El sistema de referencia utilizado es el ED-50 constituido por:
- Elipsoide internacional de Hayford (a=6.378.388 m y a=1/297).
- Datum en Potsdam.
- Origen de latitudes referidas al Ecuador y positivas al Norte.
- Origen de longitudes referidas al meridiano de Greenwich y positivas al Este.
- Orígenes de altitudes referidas al nivel medio del mar en Alicante.
Sistema cartográfico de representación
El sistema cartográfico de representación es la Proyección Universal Transversa de Mercator (UTM), que incorporará en la representación una cuadrícula (CUTM), realizada a intervalos de 10 dm en el plano.
La cuadrícula básica está constituida por la división en zonas del elipsoide de referencia según husos de 6’ de longitud y fajas de 8’ de latitud que tienen una distribución y denominación reconocida internacionalmente.
Sistema cartográfico
Se deben considerar y recoger los objetos cartográficos, como imagen de la modelización digital de toda o una parte de un objeto geográfico individualizado que puede extenderse, sin limitaciones de dominio, por todo el territorio a cartografiar.
Para cada objeto cartográfico, se determinará el código de clase o agrupación de entidades de características comunes que lo identifica, además de un código numérico que lo identificará unívocamente.
Se establecerá su descripción geométrica mediante una primitiva gráfica del tipo:
- Puntual, definido por un solo punto de coordenadas XYZ.
- Lineal, cuando puede ser descrito mediante uno a varios objetos
lineales elementales o tramos consecutivos. - Superficial, definido con tramos lineales que integran la cadena
cerrada que constituyen el contorno del objeto. La descripción
se completará mediante la adición de un punto interior al área del
objeto, denominado centroide. El centroide se utilizará para situar
atributos, etiquetas y textos que afecten al objeto. - Texto.
Elementos cartográficos
Conceptos y terminología
Se identificarán y construirán los elementos topológicos básicos que permitirán establecer las relaciones topológicas entre los objetos cartográficos (coincidencia, inclusión, conectividad…):
- Nodo, como punto de discontinuidad en un objeto
cartográfico lineal en el que se establece una relación de
conectividad con otros objetos lineales. Da lugar a la partición de
un objeto lineal en tramos. - Tramo, objeto cartográfico lineal elemental, constituido por
polilíneas de segmentos de recta y polilíneas de segmentos de arco. El
tramo está delimitado por el nodo inicial y final.
Además, se establecerán y recogerán los atributos o características cualitativas y cuantitativas de los objetos cartográficos. Como unidad de captura, se considerará la subdivisión del territorio a efectos de recoger y referenciar la información cartográfica digital, que será la hoja en el caso de la cartografía catastral urbana.
En el caso de la cartografía catastral rústica, las unidades de almacenamiento y la modulación informática en los archivos de entrega correspondientes, serán los polígonos catastrales, aunque la recogida de información se efectúe desde ortofotomapas o bien desde cartografía convencional de otros orígenes. Es decir, la unidad de captura serán los polígonos catastrales.
Como unidad de proceso se considerará el término municipal. Por lo tanto, se deberá asegurar la continuidad física y topológica entre las unidades de captura u hojas.
En la actualización de la cartografía catastral se diferencian los siguientes tipos de parcelarios:
- Parcelario catastral: información existente en soporte digital o
soporte poliéster, sobre el que se han identificado los objetos
catastrales y sus correspondientes atributos. - Parcelario aparente: información existente en soporte digital o
soporte poliéster procedente de una restitución fotogramétrica a la
que se le ha incorporado la revisión topográfica de campo.
Plano catastral de una parcela
Catastro es el término técnico empleado para designar una serie de registros que muestran la extensión, el valor y la propiedad (u otro fundamento del uso o de la ocupación) de la tierra.
En términos estrictos, un catastro es un registro de fincas y de valores de la tierra y de los propietarios, que originalmente se compilaba con propósitos de tributación. Sin embargo, en muchos países ya no existe un impuesto sobre la tierra y en la práctica el catastro tiene otras dos finalidades igualmente importantes: facilita la descripción precisa y la identificación de determinadas parcelas y sirve de registro permanente de derechos sobre la tierra.
Normalmente un catastro moderno consiste en una serie de mapas o planos a escala grande con sus correspondientes registros. Tanto los planos como los registros pueden ser almacenados en computadoras tal como se expone en el capítulo dedicado a la “computarización de mapas y registros”.
Mapas catastrales
El presente capítulo trata de las características esenciales de los mapas catastrales, con especial referencia a la forma que toman cuando se diseñan sobre el papel o se presentan en la pantalla de una computadora.
Si bien el levantamiento topográfico de una determinada parcela se ha traducido en algunos países en un “mapa catastral” para esa parcela y puede no haber tenido relación con ninguna parcela adyacente, un verdadero mapa catastral abarca todas las parcelas de una determinada zona y no únicamente parcelas aisladas.
Puede actuar como un índice para otros levantamientos de parcelas de tierras que muestren una información más detallada, o puede ser de una escala suficientemente grande como para poder obtener del mapa las dimensiones de cada parcela.
En el presente capítulo, y a lo largo de todo este estudio, el término “mapa catastral” estará relacionado con cualquier parcela de tierra definida por la propiedad, el valor o el uso, siempre que la parcela tenga una identidad independiente y guarde relación con la ordenación de la tierra en calidad de recurso natural.
Un mapa catastral mostrará los límites de esas parcelas pero puede además incluir detalles de los recursos que contienen, así como sus estructuras físicas superficiales o subterráneas, su geología, sus suelos y su vegetación y la forma en que se utiliza la tierra.
Plano de catastro
La escala de los mapas catastrales es de gran importancia. Como la finalidad del mapa es proporcionar una descripción precisa de la tierra y facilitar su identificación, la escala debe ser suficientemente grande como para que cada parcela, que pueda ser objeto de posesión separada (convencionalmente conocida con el nombre de “parcela de reconocimiento” o “parcela de tierra”), aparezca en el mapa como una unidad reconocible.
Si los datos de los mapas se almacenan en una computadora, se podrán trazar casi en cualquier escala, hecho que dará la impresión de una mayor exactitud de la que exige la calidad de los datos de un levantamiento.
Puesto que tanto el mapa como los correspondientes registros son partes complementarias del mismo sistema de descripción e identificación, debe existir algún sistema de correspondencia entre lo que se muestra en el mapa y lo que se incíuye en los registros.
Parcela urbana
Por regla general esto significa que se debe asignar un número o dar un nombre a cada parcela de tierra. Estas referencias se conocen con el nombre de identificadores de la propiedad (IDP) o números de referencia de la parcela única (NRPU). Es posible elaborar diversos sistemas de referencia, entre ellos:
- El nombre del cesionario o el cedente
- Un número de título que siga una secuencia
- El volumen y los números de las hojas en que está registrada la parcela
- El nombre de una finca o localidad con un número de parcela individual
- El bloque de registro y números de parcelas individuales
- Una dirección postal
- Una referencia de índice de calles y el número de la parcela
- Una retícula coordinada o “geocódigo”
La referencia escogida deberá ser de fácil comprensión y fácil de recordar; fácil para su uso por el público y en computadoras; permanente de manera que no cambie con la venta de una propiedad, pero que pueda ser actualizada cuando, por ejemplo, se produce una subdivisión de la tierra; deberá ser única, precisa y su introducción ha de ser económica.
Es esencial que cuando estos números o nombres se introducen en un mapa no oscurezcan los detalles del mapa. El mapa catastral deberá indicar los límites de cada parcela de tierra, y en algunas jurisdicciones puede también mostrar su superficie y la longitud efectiva y la orientación de cada lindero. Obviamente, estas consideraciones pueden exigir la utilización de una escala algo mayor que la que se requiere para indicar simplemente cada parcela del levantamiento.
Mapa topográfico
Los mapas más conocidos son mapas topográficos a escalas de aproximadamente 1:50.000. Esos mapas permiten representar con exactitud (aunque no siempre a escala) la posición de carreteras, líneas ferroviarias, senderos, aldeas, ríos, arroyos, puentes, edificios importantes, límites administrativos y otras características semejantes, así como el relieve de la tierra, la profundidad del agua y las variaciones de nivel de las mareas.
Sin embargo, estos mapas son muy inadecuados para fines catastrales. Un simple ejemplo aclarará este punto. Una línea trazada cuidadosamente con un lápiz tendrá una anchura aproximada de medio milímetro. En un mapa a escala de 1:50.000 esta línea representará una línea de 25 metros de anchura en el terreno.
Hay muchos países, especialmente países montañosos, en los que existen parcelas de menos de 25 metros de anchura. En su mayor parte, los mapas catastrales deben tener una escala de 1:500 a 1:2.500, aunque en zonas densamente desarrolladas se necesitará tal vez una escala mayor, mientras que en campo abierto podrán utilizarse escalas mucho menores.
Plano topográfico
Inicialmente los planos a escala grande son mucho más costosos por unidad de superficie que los mapas a escala pequeña, pero debe tenerse siempre presente que una vez completado el reconocimiento a escala grande, de esos planos pueden derivarse mapas precisos en cualquier escala más pequeña.
En cambio, lo contrario no es cierto porque si bien es fácil levantar mapas a escala grande utilizando computadoras, estos mapas no pueden ser nunca más precisos que los datos originales a partir de los cuales fueron levantados.
Por regla general, los mapas catastrales son únicamente mapas “planimétricos”, es decir que no necesitan representar el relieve topográfico. Puede haber razones especiales para tener que registrar las alturas en esos mapas, pero normalmente lo que se necesita es un plano de lo que se ve, sin visión estereoscópica, desde un punto situado verticalmente sobre la parcela de tierra observada.
Las distancias registradas en esos planos son las distancias horizontales entre puntos y no las distancias de superficie medidas realmente en el terreno. De esta manera, la superficie registrada para una parcela en una ladera empinada será el equivalente horizontal que puede ser considerablemente inferior a la superficie real de la parcela.
¿Qué es un mapa catastral?
La cartografía es un campo complejo, que cambia constantemente. Visto en el sentido más amplio, este proceso incluye desde la recopilación, evaluación y procesamiento de datos de origen, a través del diseño intelectual y gráfico del mapa, hasta el dibujo y la reproducción del documento final.
La cartografía es la ciencia que se encarga del trazado y el estudio de mapas geográficos. Sus orígenes son muy antiguos, aunque no pueden precisarse con exactitud ya que la definición de mapa ha cambiado con el correr de los años.
Se conoce como cartografía a la ciencia que se dedica al estudio y a la elaboración de mapas que sirven para la navegación, para la ubicación del ser humano, etc., y también usamos la palabra para denominar al arte de trazar estas cartas geográficas.
El objetivo de la cartografía es producir información virtual del espacio territorial y hacerla asequible al hombre en un documento cartográfico (mapas, cartas y planos), el que debe ser ejecutado con especialidad, legalidad y autenticidad.
El cartógrafo Gerardus Mercator. Considerado el padre de la cartografía moderna, matemático, geógrafo y teólogo holandés Gerardus Mercator, nació hace 600 años, el 5 de marzo de 1512, en la región flamenca conocida como Flandes, en Bélgica.
La proyección cartográfica o proyección geográfica es un sistema de representación gráfica que establece una relación ordenada entre los puntos de la superficie curva de la Tierra y los de una superficie plana (mapa). Estos puntos se localizan auxiliándose en una red de meridianos y paralelos, en forma de malla.
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